Despues del master class en virología que impartí la entrada anterior de este blog, donde les hablé sobre los diversos agentes diminutos y seres microscópicos infecciosos, de sus características; y de la manera en como se propagan en el medio ambiente, y la manera en que afectan a nuestros tiernos infantes, (entrada que por cierto pueden leer aqui ) y sobre todo después de un arduo estudio de campo, y de toda una ardua deliberación mental, digna de un ingeniero en biotecnología, a la que tuve que llegar para poder resumir y compartir todo mi pseudo-conocimiento en una simple entrada de blog (ya ven como es una de pragmática, compartida y servicial) hubo personas que con sus comentarios sísañozos pusieron en duda la credibilidad de dicha información, pues bien para que no quede una sola duda, (sino muchas) Voy a presentar ahora a ustedes algunos elementos anecdóticos, que estoy segura servirán como fiel evidencia de que mi pseudo-conocimiento en el terreno, es verdadero; para que no se empiece pues a correr la voz de que tengo la manía de imaginar cosas que no existen o' en el peor de los casos se me empiece a relacionar con algún gusto insano por la mezcla de psicotrópicos y plantas verdes que me hagan alucinar barbaridades y sobre todo para tratar de reafirmar mi credibilidad como pseudo-conocedora en materia viral, permítanme pues contarles de una manera anecdótica de mi experiencia, que es de donde básicamente procede todo este conocimiento empírico que les compartía yo la vez pasada.
Pues bien, como se que la mayoría de los que aquí me leen son personas harto cultas, sabrán pues que cuando hablo del conocimiento empírico, me refiero a ese conocimiento que se basa en la experiencia de fenómenos y sucesos que son repetidos continuamente teniendo o sin tener un conocimiento científico, aforziori!! Entenderán pues que si partimos de esta premisa, llegamos a la conclusión irrefutable (tiembla Kant) de que mi conocimiento , por proceder de mi entera experiencia, es pues un conocimiento pseudo-cientificamente aceptado!!
Ahora bien y con el objeto de que no duden de nada, si no mas bien duden de todo, les dejo por escrito parte de los antecedentes de todo este pseudo-conocimiento mío ....ah y que conste que cualquier cosa que yo NO diga aquí, NO podrá ser usada en mi contra.
MI EXPERIENCIA CON LOS VIRUS
Hace apenas unos pocos ayeres, siendo yo una ingenua madre primeriza de infantes de edad preescolar, viví en carne propia la temible experiencia de enfrentar la terrible Epoca del Traspaso de Virus Infanti-escolares (ETVI) de manera constante ,virus estacionales que se estacionaban en mi casa, cada temporada invernal y de manera estacional, con el objetivo de atacar a los miembros más pequeños e indefensos de nuestra unidad familiar (o sease mis hijos) no recuerdo cuantas veces me habré desplazado a urgencias o al pediatra sin cita previa, y rozando yo en un estado de neurosis, con un ranking particular de causas que iban desde fiebre, tos, mocos, otitis, laringitis, y muchos otros adjetivos con terminaban en "itis" y que con el paso de los años mis neuronas me impiden recordar fielmente el nombre técnico, ah y eso sin contar los atragantamientos, caídas, picaduras y demás accidentalismos infantiles (que son por cierto tema de otra entrada igual o peor de escabrosa que esta) que me remitían constantemente a las salas de urgencias.
Como les decía pues, llego un tiempo en el que el cof cof a dos bandas se había convertido ya en la sinfonía nocturna por excelencia en esta unidad familiar, acompañada claro de sus correspondientes secreciones nasales y del las cuales no entrare en detalles ya que la imaginación es poderosa, y en algunas otras ocasiones incluso de las guacareadasnocturnas; Se Abre paréntesis (que por cierto terminaron con mi colección de fundas y edredones Vianey que gracias a las recomendaciones de la Legarreta y sobre todo al esfuerzo y trabajo honrado de mi marido logre adquirir en abonos chiquitos con la vecina de enfrente) se cierra paréntesis.
A lo que iba, eran tantas las veces que se enfermaban que llego un punto, en que estuve a punto de rentar una departamento cerca del hospital para tenerlo mas a la mano cada vez que enfermeban mis hijos, o incluso de acampar en las sala de urgencias y no estoy exagerando que a las enfermeras y a los médicos pongo por testigos, como llegaba yo a altas horas de la noche al hospital con un mini ser convaleciendo me iba y al día siguiente regresaba con el otro en las mismas condiciones , desvelada tras develada, con decirles que en algún momento paso por mi mente el quedarme ya de plano a dormir en un consultorio de el departamento de odontología que estaba muy bien equipado con sillones reclinables para las extracciones , pero no mi descaro no llego a tanto.
Y es que créanme, eran tan frecuentes mis ingresos (mas bien el de mis hijos) a la clínica de urgencias, que llegaba yo y la señorita de admisiones me pedía mi credencial ya como un mero formalismo por aquello de guardar las formas ante los demás pacientes , ya que ambas sabíamos que en esa clínica ya todo el personal conocía mi nombre, el de mis hijos, el de mi marido, el de mis vecino, y el de todos mis amigos de Facebook. Incluso una vez ya entradas en confianza me platico ella misma que los doctores estuvieron dirimiendo si éramos candidatos para otorgarnos la credencial V.I.P en el hospital o no.
Mi marido por su parte me acompañaba renuente siempre, entraba hasta la consulta y me escuchaba atento mientras yo exageraba a más no poder los síntomas de la niña o niño en cuestión, para que el señor con bata blanca viera que la enfermedad además de real, era seria, y que supiera que si había ido otra vez, era porque de verdad habia sido porque era super mega urgente, terminaba yo esas consultas con las piernas llenas de moretones de los pellizcos que me daba mi marido, cada vez que notaba que estaba yo exagerando los síntomas del niño.
¿Y todo para que ?
para que al final el veredicto del medico fuera:
"no se preocupe , es sólo un virus, ya se le pasará. Ibuprofeno en caso de que suba la fiebre y mucha agua y reposo"
Ya se le pasará , ya se le pasará, y mientras tanto ¿yo? ahí iba yo por la vida, flaca ojerosa, cansada y sin ilusiones!!
Hasta que día , no se cómo ni cuándo, de pronto pasamos del lado oscuro hacia la luz, los virus empezaron a espaciar sus visitas, no se sí fue parte de la famosa inmunización de los niños que con con la edad alcanzan, o fue mi experiencia en el tema y algunas dosis de concientizacion por parte de mi pediatra que me explico que tener 38grados no significa que hay que salir corriendo al hospital, que la fiebre es sólo un mecanismo de defensa que posee el organismo para auto-curarnos, que el cuerpo hierve para matar al virus o bacteria en cuestión, y que cuando no dejamos que esto actúe, debilitamos al cuerpo volviéndolo propenso a otras enfermedades,no se el punto es que hoy mis hijos gracias a GodFather ya no han vuelto a urgencias desde hace tiempo , pues ahora cada vez Que me me da un Ataque de Correaurgencias, tengo que repetir el siguiente mantra: "La fiebre es mi amiga. La fiebre es mi amiga. La fiebre es mi amiga".
En fin QUERIDASMIAS , esta es básicamente parte de mi experiencia con los virus infantiles, y aunque debo de admitir que no fueron ni son estas bonitas experiencias para nadie , la verdad es que a veces Las recuerdo con cierta nostalgia, sobre todo cuando recuerdo a todas las amigas que hice en la salita de espera del hospital, y es que créanme que de verdad en esos momentos de angustia, el sentirte contenida y comprendida por otras madres que están igual o peor -de locas - quiero decir de nerviosas que tu , es de suma importancia, el nivel de afinidad emocional que se alcanza con los demás padres es indescriptible, se vuelve uno tan cercano, al grado que llegas a sentirte sola sola cuando vuelves a tu casa y piensas que quizá nuestros virus no vuelvan a coincidir.
Al día de hoy no se si estos episodios de visitas recurrentes al hospital se vuelvan o no a repetir (espero que no) lo que si se es que al menos me dejaron un poco más de conocimiento en todo este tema de los virus infantiles , los gérmenes y todos los agentes infecciosos que pretenden atacar a nuestros infantes, aprendí además que sea cuál sea el tipo, el origen y la característica e intenciones del germen o virus en cuestión, nuestro deber como padres y madres de familia es luchar contra ellos y hacer que nuestros hijos le agarrén un miedo terrible de tal forma que si ven a un niño enfermo corran despavoridos y se lo cuenten a quien más confianza le tengan, que vivan en un perfecto estado de asepsia y desinfección, sin embargo también aprendí que para aquellos padres que decidan dejar a sus hijos ser niños normales, salir al mundo a jugar y por ende a contagiarse , temo que nuestros esfuerzos sean absolutamente en vano.